El mantenimiento de una caldera de gas es un tema rodeado de dudas, opiniones y, sobre todo, falsas creencias. Muchas veces, los usuarios piensan que solo es necesario prestar atención a la caldera cuando deja de funcionar, o que cualquier persona puede revisarla. Sin embargo, estas ideas no solo son erróneas, sino que también pueden poner en riesgo tu seguridad, tu economía y la vida útil del equipo.
En este artículo analizaremos los principales mitos sobre el mantenimiento de calderas de gas, desmontaremos esas creencias y te mostraremos cuál es la realidad detrás de cada uno. Conocer estos puntos te ayudará a cuidar mejor tu sistema de calefacción y a garantizar su máximo rendimiento.
Mito 1 – “No hace falta mantenimiento regular”
Una de las falsas creencias sobre el mantenimiento de las calderas más extendidas es pensar que las calderas funcionan solas y que no requieren ningún tipo de revisión hasta que surge un problema.
La realidad es muy diferente. Las calderas son equipos que trabajan con gas, agua y electricidad. Esto significa que están expuestas a desgaste, acumulación de residuos en el quemador, obstrucciones en los conductos y pérdida de eficiencia con el paso del tiempo.
De hecho, el mantenimiento regular no es un capricho:
- Es obligatorio por normativa en España para garantizar la seguridad de los usuarios.
- Alarga la vida útil de la caldera, evitando averías costosas.
- Mejora la eficiencia energética, reduciendo el consumo de gas y las facturas.
En pocas palabras, creer que el mantenimiento no es necesario es un error que puede salir muy caro.
Si quieres asegurarte de que tu equipo funcione de forma segura y eficiente, en Cuidur encontrarás un equipo especializado en mantenimiento e instalación de calderas de gas.
Mito 2 – “Solo hay que revisarla cuando falla”
Otro de los grandes mitos es que la caldera solo necesita atención cuando deja de calentar o cuando aparece una avería.
La realidad es que esperar a que el fallo ocurra implica:
- Pasar días sin calefacción ni agua caliente, sobre todo en invierno.
- Tener que asumir reparaciones urgentes que suelen ser más costosas que un mantenimiento preventivo.
- Poner en riesgo la seguridad de la vivienda si la avería se relaciona con una fuga de gas o con emisiones de monóxido de carbono.
El mito sobre la caldera de gas más común es creer que “mientras funciona, está bien”. Pero el hecho de que una caldera encienda no significa que lo haga de manera eficiente o segura. Una revisión preventiva puede detectar problemas invisibles que, a la larga, se traducen en grandes averías.
Mito 3 – “Cualquiera puede hacer el mantenimiento”
Este mito es especialmente peligroso. Muchas personas creen que pueden realizar por su cuenta el mantenimiento de la caldera o pedirle a alguien “que sabe de bricolaje” que lo haga.
La realidad sobre el mantenimiento de la caldera es que únicamente profesionales acreditados tienen la formación, herramientas y permisos necesarios para manipular calderas de gas. Hacerlo sin conocimientos técnicos puede provocar:
- Manipulación incorrecta de piezas que compromete la seguridad.
- Daños irreversibles en el quemador o los sistemas internos.
- Pérdida de la garantía del fabricante y posibles sanciones por incumplir la normativa.
Además, un técnico especializado no solo limpia y revisa, sino que también ajusta la combustión, mide las emisiones y verifica que todo funcione dentro de los parámetros de seguridad.
Si necesitas asistencia profesional, lo más recomendable es contactarnos para programar una revisión segura y fiable de tu caldera.

Mito 4 – “El mantenimiento es muy caro”
Es común escuchar que las revisiones de calderas son caras y que no vale la pena invertir en ellas. Sin embargo, este es uno de los mitos sobre el mantenimiento de caldera de gas más fáciles de desmontar.
La realidad es la contraria:
- Un mantenimiento periódico es mucho más económico que una reparación de urgencia.
- Permite detectar fallos pequeños antes de que se conviertan en averías graves.
- Optimiza el consumo, lo que se traduce en ahorro en la factura de gas mes tras mes.
Por ejemplo: cambiar un componente básico durante una revisión cuesta mucho menos que reparar un intercambiador dañado por años de descuido. Además, un técnico puede ajustar la combustión para que la caldera consuma lo justo y necesario.
En definitiva, el mantenimiento es una inversión que se amortiza sola. No se trata de un gasto, sino de un ahorro a medio y largo plazo.
Mito 5 – “Todas las calderas necesitan el mismo mantenimiento”
Este es otro de los grandes errores que circulan entre los usuarios. Muchos creen que todas las calderas se revisan igual, independientemente de su modelo o antigüedad.
La realidad es que cada equipo tiene necesidades específicas:
- Las calderas modernas de condensación requieren controles de condensados y limpieza del intercambiador.
- Las calderas más antiguas pueden necesitar revisiones más frecuentes para garantizar la seguridad.
- Incluso el entorno de instalación influye: no es lo mismo una caldera en una vivienda unifamiliar que en un piso con ventilación limitada.
Por eso, el plan de mantenimiento debe ser personalizado, teniendo en cuenta el tipo de caldera, su antigüedad, el uso y las condiciones de instalación. Un profesional podrá indicarte cada cuánto tiempo revisarla y qué aspectos necesitan más atención.
En Cuidur diseñamos planes de mantenimiento adaptados a cada caldera, garantizando que funcione siempre en condiciones óptimas.
Conclusión: qué debes tener en cuenta realmente
Como hemos visto, los mitos sobre los mantenimientos de calderas de gas son muchos, pero la realidad es clara: toda caldera necesita un mantenimiento profesional, regular y adaptado a sus características.
Las claves a tener en cuenta son:
- El mantenimiento es obligatorio por normativa y esencial para la seguridad.
- Revisar solo cuando falla puede salir mucho más caro.
- Solo técnicos acreditados deben manipular la caldera.
- El mantenimiento no es un gasto, sino una inversión en ahorro energético y durabilidad.
- Cada caldera necesita un plan de mantenimiento adaptado.
En resumen: no te dejes llevar por las falsas creencias sobre el mantenimiento de tu caldera. Lo que realmente importa es contar con profesionales que garanticen la seguridad y el rendimiento de tu equipo.
Si quieres asegurarte de que tu caldera esté siempre en las mejores condiciones, visita Cuidur y deja tu mantenimiento en manos de especialistas.
